Esta noche pienso sentar a mis hijos adolescentes en el sofá
y hacerles una pregunta un poco incómoda. Es una pregunta que nunca creí que
haría y estoy un poco enfadado porque nunca había necesitado hacerla. ¿Cuál es
la pregunta?
¿Has visto a Kim Kardashian desnuda?
¿Por qué pregunto esto?
Porque mis hijos adolescentes usan internet. Y ellos son
adolescentes. ¿Ya lo había dicho? Cierto, controlo sus historiales, pero es un
poco difícil seguir la pista de todos los iPods, iPhones y iPads rondando por
toda la casa. Soy suficientemente inteligente para saber que la foto desnuda de
Kim Kardashian está por todo internet, especialmente Facebook, y es probable
que ellos ya hayan visto todo o algo de Kim. Espero que lo segundo, desde
luego.
Cuando me siente con mis hijos, hay cinco cosas que espero
compartirles después de la pregunta Kim K. (si han visto la imagen o no).
1. No puedes tener siempre control de lo que ves, pero puedes controlar mirar por segunda vez.
Protege tus ojos a toda costa. Sé que recibes un millón de imágenes
todos los días y que no puedes controlarlo siempre, pero puedes controlar en lo
que te fijas. Discierne y escucha al Espíritu Santo. Recuerda, tienes una
elección. Lo que tú eliges contemplar está en tu poder. Tú puedes elegir descender
por un camino de codicia, rompiendo relaciones y desvalorizando la intimidad o
puedes reservar tus ojos y tu corazón para cosas mucho mejores, para lo que Dios
los diseñó, la pureza. Aquí está el quid de la cuestión… nunca ganarás la
batalla diaria. Hay una elección correcta que tendrás que tomar algunas veces. Cuando
esto pase, coge tus maletas. Sin bromas, quiero que vengas y hables conmigo. De
verdad, habla conmigo.
2. Está bien apreciar la belleza, pero nunca
confundas belleza con porno.
El porno te está mostrando algunas cosas que nunca tuviste
el derecho de ver. Infravalora mujeres e infravalora la intimidad. El porno da
libremente algunas cosas que solo deberían ser experimentadas entre un marido y
una mujer. No me importa si aprecias la belleza, Dios te hizo de esa forma,
pero no tomes el camino de apreciar la cosificación. Un apunte, todos los
desnudos están incluidos. Excepto los de las estatuas. Bueno, algunas estatuas.
Dejemos lo de las estatuas por ahora.
3. Trata a las mujeres como hermanas y como madres.
El apóstol Pablo se sentó una vez con un joven líder de una
iglesia y le dio este consejo, trata a las mujeres mayores como a madres y a
las mujeres jóvenes como hermanas. Este consejo aún está vigente. Solo hay un
cuerpo de mujer que tú deberías ver desnudo y disfrutar, y es el de tu esposa.
Kim K. es suficientemente mayor para ser tu madre. Si tu vieras a tu madre en
una foto como esa, ¿qué harías? Por favor, dilo: “mirar para otro lado”. Esa es
la respuesta correcta. Esa es siempre la respuesta correcta.
4. Tu corazón está en juego.
Las imágenes y pensamientos que pones en tu mente tendrán un
impacto directo en tu corazón. Somos llamados a proteger nuestros corazones, no
simplemente como una forma de hablar, sino sobre todas las cosas. ¿Por qué? Porque
de él emana la vida (Proverbios 4:23). Lo que ves importa porque cambia quién
eres y en quién te convertirás. Dios quiere que crezcas en pureza para que
cuando el momento llegue seas capaz de intimar, amar y sentir pasión de la
manera en la que Dios lo planeó. Cuando ves porno tiene consecuencias. La gracia
de Dios cubre nuestros pecados, sin duda, pero todavía debemos vivir con las
consecuencias de nuestras acciones. No lo olvides. Además, la masturbación te
volverá ciego. Vale, eso era una broma. ¿O no?
5. En nuestra casa, amamos y respetamos a las mujeres. Y punto.
El mundo trata a las mujeres como si fueran objetos de usar
y tirar. Como discípulos, somos llamados a ser parte del gran plan de Dios de
redención. Cuando amamos, protegemos y apoyamos a las mujeres para ser quienes
Dios quiere que ellas sean, formamos parte con Dios en su gran acto de re-creación
del mundo a la semejanza del cielo. Cuando menospreciamos a las mujeres y las
tratamos como objetos, estamos trabajando en el equipo equivocado. No trabajes
para el equipo equivocado, por favor.
Una cosa más: Dios hizo nuestros cuerpos y Dios hizo el
sexo. Ambos son realmente asombrosos. Ni por un segundo pienses que no lo son,
pero Dios diseñó el sexo para el matrimonio, no para internet.
¿Alguna pregunta?