Ha sido de dos formas diferentes en las que Dios me ha dicho
lo mismo esta semana. Son estas cosas que Dios hace que parecen una asombrosa
casualidad, pero que en el fondo sabes que de casualidad no tienen nada.
Por un lado ha sido haciendo la selección de la semana que
hemos dedicado en nuestra página de facebook a Evan Craft. La primera canción que escogimos
se llama “Océanos”, si no la conoces te invitamos a que la escuches. En una
parte de la canción, la letra dice: “Tu voz me llama a las aguas, donde mis
pies pueden fallar”. Continúa la canción diciendo “ahí te encuentro en lo
incierto” y acaba la estrofa con una declaración de fe: “caminaré sobre el
mar”. ¿A quién le gusta vivir en la incertidumbre? ¿A quién le gusta vivir
dónde nuestros pies pueden fallar? ¿A quién le gusta vivir pensando que en
cualquier momento puedes caerte y darte una que puede ser monumental?
Algunos dirán aquí que Dios te sostiene y no te dejará caer.
Tengo fe, no te confundas, pero la experiencia también me dice que Dios sí nos
deja caer. La promesa es bonita, suena bien, pero por desgracia no siempre se
cumple. “Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender” que decía
Charles Dikens. Y los fracasos también son parte de la vida, y parte del
cristianismo.
Vivir en lo incierto puede ser angustioso. No saber como vas
a pagar las deudas, no ver futuro, no tener a nadie más que a Dios (¿y no es
suficiente?). Vivir en lo incierto será angustioso solo cuando alejas tu mirada
de Jesús, es ahí y solo ahí cuando te hundes. Y es que la canción nos recuerda
una verdad más. Es en lo incierto, donde me encuentro con Dios.
La segunda forma en la que Dios me ha hablado esta semana ha sido a
través del título de un libro que estoy leyendo. Provocativo e inspirador al
mismo tiempo, “Si quieres caminar sobre las aguas tienes que salir de la barca”
de John Ortber. Nuestra naturaleza nos mueve a buscar la comodidad y nos
creamos una falsa seguridad. Y es que en la barca también te puedes hundir. Nos
creemos que dentro de la barca estaremos más seguros pero esto es solo en
apariencia. Realmente estarás más seguro en la voluntad de Dios. ¿Qué caminar
sobre las aguas es peligros? Sin duda. Pero si Dios te llama a las aguas, más
peligroso es quedarse en la barca.
Finalmente, el título del libro me tocó tanto porque dice
una grandísima verdad en una frase tan corta. ¿Quieres la bendición de Dios?
¿Quieres ver los milagros de Dios, el poder de Dios en tu vida? Pues vas a
tener que salir de tu comodidad. No vas a poder encontrarte con el Dios de
milagros, no vas a poder ser completamente lleno ni conocerás el gozo que solo Dios puede dar mientras que te quedes en tu barca. ¿Quieres una vida plena? Sal de tu barca.
¿Quieres ver a Dios cara a cara? Sal de tu barca. ¿Quieres vivir un cristianismo
que deje huella? Sal de tu barca.
Para algunos significarán dejar sus trabajos seguros para
dedicarse al ministerio. Para otros significará empezar proyectos que nos dan
miedo por lo que pueda pasar. Para todos nosotros significará salir de las
cuatro paredes para predicar al perdido. Sea lo que sea que Dios tiene
preparado para ti, Dios te está llamando a salir de tu barca, a adentrarte
donde tus pies pueden fallar.
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